Engloba técnicas destinadas a aclarar varios tonos el color de los dientes. Es seguro siempre y cuando se realice bajo el control de su dentista.


Estas técnicas consisten en la aplicación de distintos productos químicos (peróxido de hidrogeno y peróxido de carbamida) sobre la superficie del diente (en dientes vitales) o el interior de los mismos (en dientes no vitales o endodonciados).
Estos procedimientos se pueden realizar en clínica, en casa o de forma combinada. Es importante realizar primero un buen diagnóstico del estado de la boca para valorar cual es la técnica adecuada en cada caso, o si existe alguna contraindicación para realizarlo.
Existen factores externos que modifican el color de los dientes como son alimentos, bebidas o el tabaco, que habrá que evitar durante el tratamiento de blanqueamiento, y moderar tras es mismo para que este sea duradero. Con el tiempo el diente se puede oscurecer un poco y por eso, es posible realizar pequeños tratamientos de blanqueamientos llamados de “recuerdo” para mantener el blanco deseado.